No nos hemos vueltos locos. ¿Qué pasa? Hoy es el día perfecto para hablar de un
clásico de nuestra niñez, esa película que hemos visto una y otra vez
sencillamente porque nos encandila a todos con esos fotogramas de Chicago
cubierto por un manto de nieve, repleto de lucecitas de Navidad, con calles
decorando en exceso para recibir al famoso Santa Claus, niños cantando
villancicos. ¡Typical American!…Arrellanados en el sofá, ‘Solo en Casa’ (Home Alone, 1990) nos alerta que fechas tan
distintivas como la Nochebuena o el día de Navidad están a la vuelta de la
esquina. Echa un vistazo al calendario, ¡la navidad ya está aquí!
‘Solo en casa' tal
vez sea de lejos uno de los mejores productos infantiles para toda la familia
de los 90’ puesto que, si su objetivo era divertir y contentar a los niños,
también lo logró con los adultos y aquellos más reacios al género. Imaginación,
humor y evasión son los ingredientes que llevaron a esta habitual en la
programación navideña a convertirse en la ficción por excelencia del mes de
Diciembre. Y es que… ¿Sabéis de alguien que no conozca la película o…incluso
que no la haya visto? Imposible.
El envoltorio
de blanca Navidad que nos muestra el director Chris Columbus en el filme no
podría haber contado con mejor ayuda que la del compositor John Williams. Esta leyenda
de las bandas sonoras de Hollywood, siendo el que más Óscars ha ganado a lo
largo de toda su trayectoria (Star Wars, la Lista de Schindler, Indiana Jones,
Parque Jurásico, Harry Potter…) nos deleita con una reconversión de los
villancicos habituales estampando su sello propio y dándonos un soplo de aire
fresco en cuanto a las composiciones navideñas se refiere, ya muy repetitivas
de por sí.
El
compositor logra dotar a sus piezas musicales de una personalidad propia que
logra que las reconozcamos aunque hayan pasado décadas del estreno del filme.
Tan singulares y características que nos permiten apreciar su auténtico valor. Y
es que composiciones de la película como
“Somewhere in my memory”, “Holiday Flight”, “The House” o “Walking Home” nos permiten tan sólo
adivinar al instante a qué filme pertenecen.
En
el repertorio musical de la película también hay cabida para los invitados de
Williams como la canción “White Christmas” de The Drifters o el “Have Yourself a Merry Little Christmas” de Mel Torme. Para aportar más contenido
vocal y no tan instrumental Williams también nos presenta su versión del “Carol of the Bells” o
“Star of Bethlehem”, donde cuenta con un asombroso despliegue de voces corales.
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