Canciones para una mente sin recuerdos

Pongamos por caso que un día te encontraras una tarjeta en tu buzón que te informara que alguien te ha borrado de su memoria...En '¡Olvídate de mí!', Joel (Jim Carrey) se queda abatido y bastante confuso cuando se entera que su chica, Clementine (Kate Winslet), ha borrado de su cerebro cualquier rastro de su apasionada relación. En un arrebato de desvarío, Joel contacta con el inventor de esta técnica de borrado de memoria, el Dr.Mierzwiak, para eliminar también cualquier recuerdo de su novia. Pero su amor por Clementine no se borrará tan fácilmente...

¡Olvídate de mí! (Eternal sunshine of the spotless mind) 2004
Director:  Michel Gondry

'¡Olvídate de mí!' es capaz de plantearte esta premisa de lo más surrealista y excéntrica pero con un toque retorcido y creíble; ese es el sello inconfundible del talentoso guionista Charlie Kaufman. El montaje sigue una pauta no lineal exageradamente caótica y anárquica, pero precisamente ahí está su fuerte y lo que hace de este film un título dentro del género romántico de lo más atractivo e interesante. Lo que podría haberse adulterado en una simple historia de lo más ñoña, acaba mostrándose sin artificios hollywoodienses como un relato inteligente, ingenioso y repleto de giros temporales. ¿Qué mensaje acaba calando en ‘¡Olvídate de mí!’? Hay que aferrarse a los recuerdos, por muy desagradables o dolorosos que lleguen a ser, porque forman parte de nosotros. A veces, una página en blanco da más vértigo que otra plagada con errores de fácil solución.

Tres piezas claves faltan para elevar a este film a categoría de sobresaliente. Nos falta comentar su música, predilectos como somos de las bandas sonoras os presentamos a Jon Brion, The Willowz y Beck. Cada uno aprovecha su rol a la hora de encontrar la melodía perfecta para cada escena de la película. La psicología, la interioridad de los personajes, la mente y el perfil más inexplorado de ellos mismos juega un papel fundamental en la trama, por lo tanto no cabe duda que el compositor Jon Brion ha dado en el clavo con sus piezas a la hora de describir el recelo, la conmoción, el odio o la pasión que corroe a los protagonistas.

Fijaos tan sólo en el contraste instrumental de ‘Spotless Mind’, ‘Phone Call’, ‘Drive In’ o ‘Row’…Un popurrí de emociones y ritmos al servicio del argumento. Si tuviéramos que elegir una de Jon Brion, ‘Strings that tie to you’ -que sí incluye letra- sería lo mejor del compositor en el filme. Beck pone además la guinda del pastel con su versión de ‘Everybody’s gotta learn sometimes’, canción interpretada originalmente por la banda de pop The Korgis. Aquí Beck nos muestra su faceta más blues. El músico californiano está acostumbrado ya a hacer gala de su versatilidad, adaptándose a estilos tan distintos como el rock alternativo, el country, el folk, el funk y mil estilos más…tan sólo hay que escuchar cualquiera de sus álbumes como Modern Guilt, Guero, Sea Change, Mutations u Odelay para dar fe de ello.

Para acabar, queremos ofreceros el sonido más punk o garage rock de la película con el grupo The Willowz. Este grupo estadounidense parece ser uno de los favoritos del director de la película, Michel Gondry, quien ya grabó un videoclip para la banda.  Además de la incursión de dos de sus temas ‘Something’ o ‘I wonder’ en ‘Olvídate de mí’, Gondry también contó con ellos para la banda sonora de ‘La ciencia del sueño’, otro de sus filmes. Con estas credenciales, no os perdáis sus álbumes Talk in Circles, Are Coming o Everyone.